Nacederos de Iribas

DIFICULTAD: Paseo

IDA Y VUELTA: 1 hora 30´

DESNIVEL: 100 m.

DISTANCIA: 5 km.

TRACK GPS

"En las gasolineras, donde el sol nace muerto

se pican tinta en vena los pájaros del frío

con los besos de judas en la oración del huerto.

hasta Cristo sospecha que el cielo está vacío."

Joaquín Sabina

Diciembre 2010

Me he asomado a la ventana y he visto el cielo en llamas derramándose naranja sobre los tejados helados de mi barrio obrero. He salido a la calle a pesar del frío intenso y me he dirigido al bosque silencioso donde se deja de pensar y se comienza a sentir. El lugar es luminoso y atrás queda, como un lastre, la ciudad muerta. (Germatore)

Amanecer en Mendillorri.

El recorrido de hoy es un paseo por los nacederos de Iribas. El rio Ertzilla nace de las cuevas subterráneas que perforan la sierra de Aralar como un queso de gruyere. Tras recorrer un kilómetro y medio aproximadamente, es engullido por la tierra y expulsado nuevamente al exterior otro kilómetro y medio más adelante, dejando atrás en su trayecto pasadizos ocultos, bóvedas inundadas y tuberías de piedra por donde se desplaza sigiloso para emerger de nuevo como Río Larráun.

Malloak desde Iribas.

El paseo comienza en el pueblo de Iribas cercano a Lekunberri. Desde Lekunberri tomamos primero un desvío que se dirige hacia la carretera de San Miguel y a unos quinientos metros del pueblo nos desviamos por la carretera de Iribas. Al llegar al pueblo aparcamos y enseguida veremos algún cartel indicativo que nos conduce hacia el nacedero situado en el pequeño valle de Aitzarrateta.

Cartel indicativo.

Iribas es un pueblo pequeño y enseguida encontraremos la pista que nos conduce hacia el primero de los nacederos. El recorrido de hoy tiene un camino de ida y otro de vuelta si se desea conocer el sumidero del Ertzilla, la sima de Lezegalde y el nacedero Basakaitz o nacedero del río Larráun.

Salimos del pueblo hacia el nacedero.

Carteles indicativos a la salida del pueblo.

Salimos del pueblo y el camino se dirige entre pastos verdes, hoy cubiertos de nieve, hacia las paredes donde nace el río Ertzilla. En el primer desvío tomamos el camino de la derecha.

Tomamos el desvío de la derecha.

Continuamos por este camino cubierto de nieve como un helado de nata, el camino no tiene grandes subidas ni bajadas y el trayecto es relajado y silencioso.

Seguimos por el camino sin pérdida.

El paisaje es relajante.

Llegamos a un nuevo cruce de caminos desde donde descendemos al nacedero Aitzarrateta.

Seguimos la flecha verde

En un nuevo cruce seguimos la pista principal a la derecha.

Seguimos por la derecha. .

El camino se introduce en el bosque y caminamos cerca del rio, el sonido de las cascadas se comienza a oír y en poco tiempo llegamos al nacedero.

El camino por el bosque.

Nacedero de Aitzarrateta.

Llegamos al primer nacedero y el más conocido y hermoso de los dos, ya que el otro nacedero no tiene nada especial, pero el paseo de retorno es muy recomendable y lo hacemos en busca de ese segundo nacedero, el sumidero por donde desaparece este rio Ertzilla y la sima de Lezegalde por donde transita el rio subterráneamente y que visitaremos su interior en otro recorrido. Regresamos en un primer tramo por donde hemos venido y sin llegar a salir del bosque veremos un cartel que pone retorno, lo seguimos.

El retorno es por este desvío.

Más adelante, siguiendo continuamente junto al rio lo veremos desaparecer y sumergirse en la tierra por un sumidero.

Sumidero.

Continuamos por el bosque atentos a los hitos y las marcas verdes y blancas hasta llegar a la sima de Lezegalde que está rodeada por un muro de piedra y tras rodearla continuamos camino.

Sima de Lezegalde.

Cartel indicativo del último objetivo.

Llegamos por último al nacedero de Basakaitz y desde allí una pronunciada cuesta nos conduce hasta Iribas.

Nacedero de Basakaitz.

POR : GERMATORE

vBulletin analytics