Roscas de Fitero (594 m.)

DIFICULTAD:Fácil

IDA Y VUELTA: 2 horas 30´

DESNIVEL: 75 m.

DISTANCIA: 9, 5 km.

TRACK GPS

Si el zorro te da conversación, vigilia tus gallinas.

Octubre 2010

No había dejado de llover en toda la noche. Los cielos anubarrados pesaban como una coraza de plomo sobre la tierra encharcada, dejando un paisaje de cielos grises sobre montes también grises, cuando una montaña se encogió de pena. Cuenta la leyenda que la mujer vascona más bella que existió saltó de lo alto de un precipicio, antes de ser sometida por la fuerza por el líder de una de las tribus bárbaras que habitaban por las cercanías de aquel lugar. Muchos la habían pretendido y a todos había rechazado, uno de ellos mortificado por el repudio, mando seguirla y cuando se encontraba sola recogiendo hierbas en los montes de Fitero la abordó e intentó seducirla. La deidad huyó hacia lo alto del monte y se encontró con el precipicio por el que se arrojó antes que ser forzada. Cuenta la leyenda que entonces la montaña de la que saltó se encogió sobre sí misma por la pérdida de tanta belleza y a eso se debe las extrañas formas de estas rocas. (Germatore)

Montes de Fitero. Las Roscas.

El recorrido de hoy nos conduce hasta las roscas de Fitero. Es una montaña de piedra con forma de roscas amontonadas unas sobre otras y de ahí viene su nombre. El nombre de Fitero proviene de hitero, lugar de hitos que separaban los reinos históricos de Navarra, Aragón y Castilla. Este es un paseo agradable entre huertos y árboles frutales hasta adentrarnos en los montes de Fitero donde abunda el romero y la brisa nos seduce con olores de plantas aromáticas.

Pila de monedas en las Roscas de Fitero.

En el pueblo de Fitero, al cruzar el puente del rio Alhama y junto a la carretera de Valverde, hay un aparcamiento y un cartel indicativo de un recorrido rodeando las roscas. Dejamos el coche y salimos andando por la carretera de Valverde.

Cruce junto al aparcamiento.

Al fondo los altos de Fitero.

Pasados unos cientos de metros hay un desvío a la derecha que deberemos coger, siguiendo las marcas verdes y blancas que están presentes en la mayor parte de nuestro recorrido.

Tomamos este desvío siguiendo las marcas.

Juncos en el camino.

Paseamos entre huertos y frutales hasta llegar a un arco - acueducto.

Arco en el acueducto (siglo XVII)

Caminamos durante un buen rato por este pequeño paraíso, un vergel en la ribera del rio Alhama, con frutales de todo tipo y generosas hortalizas. En el camino postes indicativos del pequeño recorrido hasta llegar a la cueva de la mora.

Llegamos a la cueva de la mora .

Cueva de la mora.

El cielo gris nos anuncia nuevas tormentas, el otoño se deja caer y se posa lentamente sobre la tierra aun caliente del verano que expende un olor intenso del romero que tapiza los montes próximos. Tomamos un desvío para subir al castillo de Tudejen.

Ruina del castillo

Vistas desde el castillo de Tudejen.

Desdecdemos del castillo y volvemos al circuito. Una vez que tenemos las roscas frente a nosotros, veremos una pista que baja hasta el pie de la montaña y un camino que asciende por la izquierda del macizo, subimos por ese camino.

Tenemos que ascender a las roscas por un camino a la izquierda.

Llegamos a las roscas y pasamos hasta la parte trasera. Podemos regresar al circuito y NO complicarnos en buscar un sendero que discurre entre las roscas o seguir el sendero.

Pila de monedas.

Adolfo haciendo el gamba

Veremos un sendero que rodea las roscas por la parte traserta lo seguimos y nos conduce a un camino que vuelve a Fitero.

Buscamos un sendero en la trasera de las roscas.

Descendemos de la mole rocosa.

Un vistazo atrás antes de regresar a Fitero.

POR : GERMATORE

Euskal Herria con niños

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