San Miguel de Aralar (1265m.)

DIFICULTAD: Importante desnivel

IDA Y VUELTA: 3 horas

DESNIVEL: 765 m.

DISTANCIA: 13 km.

TRACK GPS

Mientras el dinero sea lo más importante, el mundo está condenado.

Adru

Agosto 2010

Dicen que dormía sobre un tesoro maldito. De su boca caían gotas de baba que se deslizaban por sus afilados colmillos y fundían la piedra al caer en el suelo de su caverna, negra como el ébano. Cuentan que sus ojos eran como dos rubíes que brillaban en la oscuridad de su gruta. Dicen que podía leer el pensamiento y que sus escamas verde esmeralda, eran duras e impenetrables como el granito. Los que lo vieron morir contaron que escupía chorros de fuego infernal por su boca y que descoyuntó a una vaca de un zarpazo antes de que se abriese el cielo y un rayo celestial dorado como el ámbar lo ejecutara al instante. Y en ese mismo instante Don Teodosio de Goñi fue liberado por el arcángel San Miguel de sus cadenas y su cinturón de hierro, dando fin a la penitencia que le llevó a vagar durante años por la sierra bruja de Aralar. Y en aquel lugar construyó una ermita en honor al santo y como recuerdo de aquel día quedaron las cadenas expuestas en una de sus paredes. Bajo esta construcción descansa la gruta del dragón y aún hoy se oyen los ecos de su lamento eterno. (Germatore)

San Miguel de Aralar.

El recorrido de hoy nos traslada a la edad media y a las leyendas que en esa época se forjaron. San Miguel de Aralar es sin duda un punto de referencia tanto de nuestra geografía como de nuestra historia. Nos acercamos hasta Huarte Arakil, lo atravesamos para cruzar el rio y buscamos la pista que sube hasta el santuario, al principio de la pista hay un aparcamiento a mano izquierda, dejamos el coche en ese punto.

Salida del recorrido. A la izquierda hay un pequeño parking.

Desde el aparcamiento sale un camino, lo seguimos.

Seguimos por esta senda.

Sopla una brisa fresca, de un verano que viéndose morir quiere dejarnos su recuerdo en nuestra piel aun morena. Con la ayuda de esta brisa la subida es más llevadera.

continuamos el ascenso por la senda.

Un crucero en el camino nos indica que vamos bien. Si seguimos la mirada del ángel, a unos 200 m. encontraremos el dolmen de Arzábal.

Escultura de San Miguel en el camino.

Dolmen de Arzabal.

Regresamos hasta el crucero y seguimos por una fronda cada vez más espesa. El bosque se cierra sobre nosotros tragándose la luz de la mañana y envolviendo el paisaje en un halo de fantasía e irrealidad.

El camino se adentra en el bosque.

Salimos de la espesura y ascendemos por un camino rodeado de piedras.

Salimos del bosque.

De nuevo nos introducimos entre los árboles que envueltos en una capa de bruma, muestran un aspecto fantasmagórico.

El camino se adentra de nuevo entre los árboles.

El paseo es apacible, sereno, agradable, avanzamos contemplando los árboles del camino.

Continuamos por la senda marcada junto al árbol.

Atravesamos la pista y seguimos por la senda.

Cruzamos la pista y seguimos la senda.

Último tramo, por el que sin duda anduvo el iluminado Teodosio antes de encontrarse con el dragón y el santo.

Últimos metros

Llegamos a nuestro objetivo: el santuario de San Miguel, donde veremos las cadenas de Teodosio y la gruta del dragón.

Ermita de San Miguel.

Las cadenas del parricida Teodosio de Goñi

POR : GERMATORE Y JUANITIKO

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