Vía verde del Plazaola III

DIFICULTAD: Fácil pero largo.

IDA Y VUELTA: 3horas (BTT)

DESNIVEL: 330 m.

DISTANCIA: 50 km.

"Las estrellas se hincharon en amaneceres, y los amaneceres estallaron en surtidores de oro, carmesí y púrpura, y el soñador continuó cayendo"

H.P. Lovecraft

Septiembre 2011

Atardecía, el viejo camino avanzaba junto al río que el sol teñía de rojo. Este era el lugar que aparecía últimamente en mis sueños. A la derecha, la cinta del río hendía el paisaje y el camino se introducía en tenebrosos túneles húmedos que nos trasladarían a lugares de fantasía, atravesando los portales del tiempo y aquellos misteriosos bosques encantados. (Germatore)

Túnel en Leitzaran

Hoy vamos a realizar el último tramo de la vía verde del Plazaola que une Navarra con Guipuzkoa siguiendo el transcurso del río Leizaran. Nos desplazamos hasta Andoain y una vez en el pueblo veremos carteles que nos conducen hacia el parque de Otieta y el valle de Leizaran. Aquí hay una zona habilitada con mesas y también podemos encontrar pozas aptas para el baño. Dejamos el coche en un aparcamiento arriba de la cuesta y comenzamos el recorrido. Hoy hemos elegido la bici por la gran distancia de este tramo, pero podemos hacer solo una parte caminando.

Salida del recorrido junto al parking.

Enseguida llegamos a una piscifactoría de truchas.

Piscifactoría.

Seguimos avanzando siempre junto al río Leizaran, escoltados por montañas cubiertas de frondosos bosques, dejamos a la derecha una central hidráulica, también hay en esa zona pozas para bañarse.

El camino no tiene pérdida.

Paseamos junto a cantidad de fuentes y manantiales que descienden de las cimas húmedas para rendir su tributo de aguas limpias al río Leizaran y comenzamos a atravesar los innumerables túneles que surcaba la antigua vía ferroviaria.

Cascadas en el camino

Salida de uno de los túneles.

Continuamos avanzando al lado de acantilados por cuyo fondo desciende el río encajonado dando saltos entre las rocas.

Acantilado con el río al fondo.

El apacible camino continúa envuelto por la floresta cruzando viejos puentes de piedra y sumiéndose en la oscuridad de los túneles tan solo iluminados por la tenue luz de unas bombillas de pequeño voltaje que nos sirven de referencia para situar las paredes.

Túneles iluminados con energía solar.

Nos detenemos para contemplar un pequeño embalse y la mansedumbre del agua en otros tramos.

Presa en el camino.

El río se relaja en este tramo.

Disfrutamos viendo la rectitud de los eucaliptus como si quisieran ensartar el cielo.

Bosque de Eucaliptus.

Seguimos cruzando túneles y puentes y nos acercamos a Leitza.

Seguimos pedaleando.

Antiguo puente.

Llegamos a una central eléctrica donde podríamos dar la vuelta, Leitza queda a tan solo 4 kilómetros por una estrecha carretera que nos acerca hasta la antigua estación, damos la vuelta y regresamos, ahora sí cuesta abajo.

El último tramo es asfaltado.

POR : GERMATORE

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