Gaztelu (1001 m.)
DIFICULFAD: fácil
IDA Y VUELTA: 2 horas 30´
DESNIVEL: 507 m.
DISTANCIA: 7, 5 km.
"La tierra mojada huele bien."
El último de la fila
Noviembre 2010
Pamplona, Pompaelo, Bambaluna, Iruña. cuantas veces a cambiado la ciudad de nombre, pero muchas más han sido las ocasiones en que las riendas de la ciudad han cambiado de manos. Conquistas, asedios, rendiciones, asesinatos, destierros, pactos y traiciones, inclinan la balanza hacia uno u otro apellido, hacia un imperio u otro. Hubo un tiempo en el que los primeros reyes navarros protegían sus tesoros escondiéndolos en un lugar a las afueras de la ciudad. Este lugar fue llamado Sajrat Qais (Orraregui), una codiciada fortaleza asentada en un monte al que se conoció como el Gaztelu, que como su propio nombre indica significa el monte del castillo. (Germatore)
Gaztelu desde Aralar.
El recorrido de hoy nos acerca a uno de los montes característicos de los alrededores de La vieja Iruña. Este monte que se podría considerar el hermano pequeño del empinado Txurregui, tiene su propia personalidad ya que cuenta con los restos de la fortaleza que, según cuentan los libros de historia, escondía buena parte de los tesoros de la corona navarra. El recorrido parte del pueblo de Urrizola, llegamos hasta Irurtzun y desde el centro del pueblo sale una carretera a la izquierda con dirección a la estación del ferrocarril. Desde allí seguimos dirección Astrain y después nos desviamos hasta Urrizola. Trescientos metros antes de llegar al pueblo sale una pista que debemos coger.
El camino comienza en esta pista, a la izquierda de la carretera, unos 300m. antes de llegar al pueblo de Urrizola.
La pista es bastante clara durante todo el recorrido y además enseguida tenemos como guía el propio monte Gaztelu.
Vemos el Gaztelu a lo lejos.
Seguimos avanzando por el sendero y llegamos a la altura de una valla que deberemos cruzar, tras la valla el camino se desvía un poco a la derecha.
Llegamos a esta valla, al fondo a la derecha vemos la continuación del camino.
Llegamos a la altura de un aska o abrevadero para el ganado, seguimos caminando, dirigiendo nuestros pasos hacia las praderas más altas del pueblo.
Pasamos junto a este aska.
Llegamos hasta una explanada, continuamos por el lindero del bosque hasta encontrar de nuevo nuestro camino.
Al llegar a esta campa seguir por la izquierda hasta un hito donde empieza la senda.
De nuevo llegamos a un aska, refresco para las bestias, tomamos también un respiro y continuamos el ascenso.
Al llegar a este aska coger el camino de la derecha.
El bosque va perdiendo sus tonos alegres por la llegada del próximo invierno, el acebo se revela poniendo una nota de color.
Acebo.
Nos introducimos en el bosque, silencioso, quieto, calmado, tan solo el canto de los últimos pájaros que preparan su huída hacia el calor del sur y nuestros pasos al pisar hojas y ramas rompen esta quietud impagable.
El camino se sumerge entre las hayas.
Salimos de nuevo al claro, la luz lo inunda todo y el Gaztelu nos desafía desde su cercana cima.
Al salir del bosque vemos el último repecho
Un viento azota la cima como si fuera un corredor entre dos ventanas abiertas y se lleva todo lo que encuentra en su camino, tan solo los más fuertes han aguantado el empuje de este vendaval continuo.
Arbol tumbado a merced del viento.
Llegamos a la cima con los restos de lo que algunos aseguran fue una torre de vigilancia y otros afirman que un escondite de tesoros reales fuertemente vigilado.
Restos del castillo.
POR : GERMATORE