Lezegalde
"La sima de Iribas"
DIFICULTAD: Las de una cueva con rapeles
IDA Y VUELTA:2 horas
DESNIVEL: 60 m.
DISTANCIA: 4 km.
"Haz las cosas bien, mal salen solas."
junio 2011
A nuestros pies el mundo se fundía en una impenetrable oscuridad. Aquellas galerías subterráneas desembocaban en cámaras que nos recordaron las oscuras criptas de las catedrales góticas, con sus altares de piedra siniestramente manchados. Las resbaladizas rocas parecían cobrar vida a nuestro paso, al ser iluminadas con la escasa luz que portábamos para desplazarnos por aquella sima que parecía no tener fondo. El río discurría por interminables cavernas para dirigirse a un pequeño lago negro como tinta china y más tarde aflorar de nuevo al mundo exterior, una vez atravesada la región de la noche eterna.(Germatore)
Interior de la sima.
Hoy descendemos a una de las simas más conocida y visitada de nuestra variada geografía. La sima de Lezegalde o también conocida como cueva de Iribas, está compuesta por una serie de galerías y bóvedas que el río Ertzilla excavó en la sierra de Aralar tras sumergirse en las profundidades de la tierra por un sumidero situado a un kilómetro de su nacimiento. Después de avanzar por el subsuelo y pasar por estas cavidades, el río deja tras su curso un hermoso lago subterráneo y más tarde el agua vuelve a emerger a la superficie como río Larraun.
Estalactitas y Estalagmitas.
Nos acercamos hasta el pequeño pueblo de Iribas y enseguida veremos unos carteles indicativos que nos conducen hacia el nacedero de Aitzarrateta, los seguimos.
Salimos del pueblo por esta pista.
Tras avanzar por esta pista unos 500 metros veremos a nuestra izquierda un camino que se dirige hacia un pequeño bosquecillo junto a una caseta. Unas torres eléctricas nos sirven de guía. Oculta bajo la espesura, se esconde la sima.
Junto a la caseta se encuentra la sima.
Ya estamos en la parte superior.
Descendemos hasta la boca de la cueva. Es recomendable usar una cuerda y un arnés; aunque no es un descenso difícil, una caída podría ser muy grave.
Descendiendo a la boca de la sima.
Una vez en la boca de la cueva, nos introducimos unos metros y subimos por una pedrera para salir a la primera gran sala. Tenemos que atravesarla entera y buscar una galería que continua por la izquierda.
Subimos por la pedrera.
Al final de la primera sala el camino continua por la izquierda.
Enseguida llegamos al primer destrepe. Suele haber una cuerda atada a una estalagmita, pero si llevamos nuestro material, no corremos riesgos.
Germatore en el primer destrepe.
Debemos continuar la cavidad siguiendo a mano izquierda nada más bajar del destrepe. Encontraremos una trepada que desemboca en una sala con hermosas formaciones.
Tras el destrepe ascendemos por una rampa.
Curiosas formaciones en la segunda sala.
Desde esta sala, continuaremos a mano derecha por una galería de gran belleza.
Continuamos por la galería de la derecha.
Saldremos a otra sala de gran belleza.
LLegamos a la tercera sala disfrutando de las extrañas formaciones.
Aquí bajaremos por un destrepe rampa para dar paso a una sala con dos galerías ascendentes. Ambas desembocan en otro destrepe de unos 6 metros para llegar a una sala con guijarros. Un poco más adelante llegamos al balcón que da acceso al lago.
Ultima galería para llegar al lago.
Llegamos a la gran sala que detiene las aguas y las almacena formando este depósito siniestro coronado por extrañas figuras formadas por piedra fundida.
Balcón desde el que se aprecia el lago.
POR : GERMATORE