Erga(1094 m.)
Trinidad de Irurzun
DIFICULTAD: Algo de desnivel
IDA Y VUELTA: 2 horas 30´
DESNIVEL: 512 m.
DISTANCIA: 5, 6 km.
TRACK GPS
Hojas que caen como nuestros años, flores que se marchitan como nuestras horas, nubes que huyen como nuestras ilusiones, luz que se debilita como nuestra inteligencia, sol que se enfría como nuestros amores, ríos que se hielan como nuestra vida.
Arturo Pérez Reverte
Octubre 2010
Atardece en Iruña. El sol cae como una pesada moneda de oro, recortando en el horizonte naranja los picos de las montañas al oeste de la ciudad, que se van adormeciendo bajo un cielo salpicado de deshilachadas nubes rojas como el azafrán. En la cima de una de estas montañas, en un pequeño refugio de piedra, alguien ha dejado grabada una leyenda: "en las ciudades, los hombres se han olvidado de mirar a las estrellas." (Germatore)
Refugio de montaña en el monte Erga.
El recorrido de hoy nos lleva hasta uno de los montes que rodean Iruña. Carretera de Donosti, es un punto de referencia, tanto para la ida como para la vuelta. El antiguo sendero que nos conducía hasta la cima, ha sido sustituido por una ancha pista, perdiendo parte del encanto de esta pequeña ruta.
Vistas desde la cima
Por la carretera vieja de Irurzun, hay un desvío a mano derecha que nos conduce hasta el pequeño pueblo de Aizkorbe. En este pueblo buscamos una pista de cemento, aparcamos y comenzamos a subir.
Cruzamos el pueblo hasta encontrar esta pista de cemento.
Abandonamos la pista cementada y continuamos por un camino a mano derecha.
Subir la pista y continuar por la derecha.
Llegamos a un punto en el que veremos claramente que han eliminado una ancha franja de bosque para transformarlo en pista. Tomamos esta pista.
Este es el nuevo camino que han hecho. Seguir por la derecha.
La pista asciende por un bosque de hayas que comienza a mudar sus hojas, comienza a perder su verdor y se prepara para el próximo invierno.
La pista se endurece. Continuar ascendiendo.
Pasamos junto a un asca y seguimos la subida sin tregua.
Pasamos junto al asca.
Abandonamos el bosque sombrío y salimos hacia la luz que inunda la cima del monte.
Salimos del bosque dejando la pista atrás.
Llegamos hasta una valla, a la derecha accedemos al refugio y la ermita y a la izquierda seguimos la ascensión a la cima.
cruzamos esta valla
Seguimos subiendo y enseguida veremos la cumbre.
Ya vemos la cima a pocos metros.
Subimos hasta la cima, a lo lejos la ciudad, la cabeza se relaja con la profundidad de los paisajes que nos rodean.
Vistas desde la cima.
Una escultura de hierro, adorna esta cumbre.
Escultura en la cima
A la vuelta paramos en el refugio y la ermita.
Ermita y refugio.
POR : GERMATORE